lunes, 17 de junio de 2013

knocking on heaven's door



parte 1


La ciudad parecía más viva que nunca esta noche.
Miles de personas salían disfrazadas de seres monstruosos buscando bares y discotecas en las que poder entrar.
Todos y cada uno de ellos querian presumir de llevar el disfraz más lujurioso o terrorifico de toda la fiesta, pero ignoraban que verdadesros monstruos los vigilaban y que ellos eran los más tentadores de todos.
-¡Gaelle! -Gritó Drake desde la distancia- ¿Puedes dejar ese jodido cuaderno un momento y venir a divertirte con nosotros?
-¿Divertirme? No es que me atraiga mucho la idea de seducir a adloescentes borrachos para luego llevarmelos a cualquier callejón. No, no es mi idea de pasar la noche.
-Vamos Gaelle.- Adrien se acercó a mí.- Deja por una noche tu novela y ven con nosotros, hace noches que no disfrutamos de tu presencia.- Observé los ojos verde esmeralda de Adrien deseando apartar la miraba pero sin conseguirlo.
Llevaba siglos viviendo con Adrien y todavia no conseguía avituarme a aquellos hermosos ojos verdes.
-De acuerdo- Susurré mientras cerraba el cuaderno y me al armario a buscar algo de ropa que pudiera pasar por un disfraz de Halloween.
-¿Cuánto vas a tardar? Preguntó, casi gritó, Drake.
Sonreí interiormente. Sí, los hechaba de menos. Desde que comenzé con mi nueva novela, otra de muchas que acabaría tirada por cualquier rincon de mi cuarto sin que nadie la halla leído, precticamente no les había visto salvo en las comidas, y estas a penas duraban diez minutos.
Hechaba de menos la tranquilidad y la hermosa sonrisa silenciosa de Adrien y la soltura y la encantadora idioted de Drake.
Simplemente los hechaba de menos.

Cuando terminé de vestirme y prepararme salí al salón de la casa estilo victoriano al sur de Londres en la que vivíamos.
Drake pasaba canales en la televisión sin pararse siquiera a mirarlos mientras que Adrien miraba por la ventana mientras disfrutaba de un buen trago de vino.
-Chicos.- Susurré, disfrutando con cada detalle de aquella imagen.
Ambos se girarón y me observarón, de arriba a abajo, sin perder detalle.


Gaelle continuaba en la puerta, esperando una reacción, algo. Pero me parecía imposible emitir alguna reacción ante tanta belleza.
Gaelle llevaba un vestido negro delictivamente corto que terminaba en finas puntas que acariciaban sus muslos, las botas altas de estilo militar le otorgaban rebeldia al disfraz, un suave guante de encaje adornaba su brazo derecho mientras que el izquierdo estaba desnudo, dejando ver el pequeño tatuaje en forma de murcielago del interior d ela muñeca, y para finalizar el disfraz, un gorrito de bruja.
Increiblemente hermosa.
Como siempre el primero en actuar ante tal belleza fue Adrien.
-Estas increible Gaelle.-
-Gracias.- Gaelle sonrió dandole al disfraz el último y gran detalle.- Bueno, - continuó- ¿nos vamos?

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